STAR WARS
- jramonvera
- 26 dic 2017
- 5 Min. de lectura
Hoy empiezo a escribir una serie de reflexiones que creo tengo el deber de vomitar en facebook para llegar al fin de semana con el cerebro en perfecto estado de revista. Lo más aseadito y limpito de ideas posible para que la cafeina, el basket, el cine y el porno (ya sea en dos dimensiones o interactivo) tengan suficiente sitio donde alojarse en mi cabeza. Mi primera reflexión, no podía ser de otra manera, va para LA RELIGIÓN. Pero tranquilos, que no voy a hablar de Messi, Guardiola, Sofía Loren, el procés o de Jordan, religiones todas ellas de las que ya se ha hablado bastante. Hablaré sobre otra, y lo haré, dada mi condición de ateo, desde un punto de vista objetivo, pulcro y aséptico. Pero un momento, que primero lo ambiento.
Tutututuuuuuuutu, tutututuuuuuutu, tutututuuuuuuutu, tutututuuuuuu Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana....
Si amiguitos, hoy se estrena la segunda película de la tercera trilogía del universo expandido de la saga Star Wars, la película antes conocida como la Guerra de las Galaxias (cuando los únicos gilipollas eran los que traducían los títulos de las películas y no el resto de españoles que disfrutan más de un film con nombre anglosajón). La saga es la serie de películas por excelencia de los frikis, más que Grease o Dirty Dancing, y lucha de igual a igual con los seguidores de series tan especiales como Juego de tronos o Star treck. Este dato aún no sé si es bueno o malo, lo estoy tratando de averiguar en estos momentos pero mi equipo de investigación ya me ha dicho que este finde no investigan y que se van al cine a verla, así que hasta la semana que viene no tendré respuestas. Hubo un sabio que decía que solo hay tres clases de personas: Los que veneran la saga por encima de todas las cosas y se lo inculcan a sus hijos (como hace la religión católica), los que la odian sin haberla visto y yo, que gustándome no me parece más que una película correcta donde si quitas a Han Solo se convierte en un bodrio de los peores, de los de con efectos especiales.
Si eres de los que le joden los spoilers de las películas de más de 40 años ya puedes parar de leer. Ahí va la sinopsis. Os hago un resumen por orden cronológico (de la historia que no de las pelis): Un niño cabezón, que juega a ser Ben-hur y que ha concebido por una paloma (como a JC), llega a manos de una princesa vestida de Geisha. Al niño lo quieren convertir en Jedi, que es algo así como ser Chuck Norris pero vestido de monje, y para ello le ponen un entrenador hipster que antes cantaba en el Moulin Rouge. En plena edad del pavo, y adolescente perdido, se enamora de la princesa y ella de él, cosa que les lleva a follar sin condón (cosa que no hay que hacer como veréis más adelante) y a que ella se quede embarazada. Ante todo lo que le viene encima (pañales, matrículas en las guarderías, etc..) el chico se empieza a poner nervioso e insoportable, cosas de la edad, sin duda, pero que cuando eres un Jedi es peor. Se enfurruña con su maestro y se dan de hostias con espadas falico-luminosas laser y el chico queda para el arrastre. No porque se hubiera enterado que encima venían dos criaturas, sino porque esas espadas cortaban un huevo. El caso es que se debió poner mucha mercromina y tiritas porque no murió , aunque por dentro un poco sí, y se convirtió en el malo más malote de la galaxia. La geisha muere en el parto y separan a los mellizos al nacer, la niña pasa a ser princesa y el niño a ser un "matao". Creo que los separan para que no se enamoren entre ellos y no tengan hijos tontos pero no estoy muy seguro.
Hago un inciso aquí para comentar que por aquí sale un conejo bípedo pero que he omitido para no ofender a los fans de la saga, que le odian a muerte.
Sigo.
Los mellizos de mayores se vuelven a encontrar (Oh!! Sorpresa!!!) y, efectivamente, hay una tensión sexual no resuelta pero que se les pasa cuando aparece Indiana Jones y ella se enamora, logicamente, de él. Yo creo que Luke, el mellizo "matao", también se enamora de Han, pero no estoy seguro tampoco. Los tres, junto al primo alto de Teen Wolf, se juntan con los buenos para destruir a los malos y hacer explotar una estrella artificial destruye planetas. Luke, se cansa un poco de matar marcianitos y se le mete en la cabeza que quiere ser Jedi como su padre, que ahora es como Robocop (mitad hombre mitad máquina) pero que va vestido por el espacio con un traje de Batman de la marca Hacendado y tiene problemas de asma crónicos. También se hace llamar Darth Vader porque si eres malo y te llamas Anakin es una risa y no te toman en serio. Para lograr ser Jedi, Luke empieza a entrenar con el viejo maestro de su padre y, después, con un hombrecillo llamado Yoda, un hibrido entre la rana Gustavo y Jordi Puyol, un ser que dislexia tiene. El tio lo peta y vuelve a la guerra dominando la fuerza, una especie de superpoder que solo tienen los Jedi y Once en Strangers things. Después pasan cosas que no recuerdo pero acaban en un planeta lleno de osos amorosos para activar o desactivar no se qué. Lo logran y se ponen contentos. En medio, hay una traición del único negro que sale en la peli, lo que suele llamarse discriminación negativa, un "Luke, yo soy tu padre", un robot de oro que imita a Woody Allen y un huevo que se mueve y es como McGiver y un ave rapaz de mil años.
En la última peli salen los... Sabéis que? La última pelicula de la saga paso de contarla. La estrenaron el 18 de diciembre del 2015, justo el día de la presentación mundial de Autocompasión de un tonto con suerte, jodiendome así la presencia de miles de personas en mi acto. Le tengo un poco de manía por ello.
La banda sonora es muy buena y pone la piel de gallina. La hizo John Williams, el Luis Cobos americano. Aparte de la música del principio está la que ponen cuando sale Darth Vader que es la que en mi cabeza suena cuando veo por la tele a Aznar.
En fin, que la más famosa saga espacial es un culebrón que se ha convertido en religión y yo solo veo en ella una serie de películas casi tan sobrevaloradas como las de El Padrino. Debe ser que no entiendo de religiones...o de cine.
PD: A mí me gusta Jar Jar Binks...¡¡Ala!! Ya lo he dicho...no me juzguéis.
(Las opiniones vertidas en este post por una mente enferma son muy personales y nada transferibles. Aunque puedan parecer lo contrario están hechas desde el respeto y el cariño)
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