Los padres y yo
- jramonvera
- 16 may 2019
- 6 Min. de lectura
He pasado las últimas semanas metido en un laboratorio con mi Quimicefa y mis tubitos y he logrado, por fin, coger un trozo de granito y separar el feldespato alcalino del cuarzo, la mica y la plagioclasa. La verdad es que no sirve para nada, pero si logro sustituir ese feldespato por cualquier otra roca ignea plutónica para formar cristalitos parecidos a la peridotita o la tonalita, pasaré a la historia de la geología, cosa que no deja de ser una mierda, pero que me hará inmortal a los ojos de una o dos personas en el mundo, más de lo que he conseguido con la literatura. Recemos para que el enfriamiento del magma artificial de sus frutos. Pero dejemos de hablar de mí y mis cositas geológicas y hablemos de algo mucho menos práctico que el granito. Hoy podríamos hablar de los creadores de humanos. Si amiguitos, hoy vamos a hablar de LOS PADRES. Esas protuberancias cárnicas que hay detrás de los mandatos reales de los niños de hoy día. Pongo aquí un poco de publicidad subliminal y os recuerdo que hoy es la presentación de "Al fin de semana se llega ya reflexionado" (Ayuntamiento de La Llagosta, 19h). Gracias. Decir que Eva y Adán fueron los primeros padres es científicamente incorrecto, ya que si a la fabricación de humanos se refiere, fue Dios el primero. Lo que sí es cierto es que Adán y Eva fueron los primeros en engendrar y educar hijos. Todos sabéis la historia: Eva mordió la manzana y el jefazo, como castigo, les dio hijos a los que cuidar... hijos que después se harían adolescentes. Dios era un sádico, eso es así. Suele haber un momento en la vida de un adulto, cuando todavía eres fuerte y estás sano, en el que tu juventud se va a por cervezas al súper y vuelves con un bebé. No lo ves venir y te entran los sudores de la muerte. Buscas instrucciones pero vienen sin ellas... Bueno, vienen con dos papeles, la factura y otro papelito escrito a mano por la cigüeña, donde pone: "Solo ten en cuenta tres cosas. Que nunca le de la luz del sol, que nunca se mojen y que nunca de comer después de las doce y nunca lo mojes"... ¡No! Perdón, eso son los gremlins... A menudo los confundo. En el papel del bebe solo pone: "Muy frágil, manejar con precaución". La época de bebé es fácil a la que te acostumbras a no dormir y a ir al médico cada 5 minutos por enfermedades mortales que se curan nada más entrar en la consulta del pediatra. El verdadero infierno empieza cuando empiezan a andar ¡La de riñones que se han quedado por el camino por seguir al niño para que no se caiga! En ese momento recuerdas la ilusión que te hicieron sus primeros pasos y te vienes abajo. El tema de la comida lo llevas mejor o peor dependiendo de si has decidido luchar para que tu hijo coma verduras y fruta o si eres como yo, de los que están deseando que su hijo no coma más para comértelo tú. En los primeros años de vida de un niño, el padre engorda una media de diez kilos solo por comerse las sobras del hijo, lo que dice mucho de la capacidad de contención de las madres para con los potitos. Educar es una mierda. Esto es información, no opinión. Exigir que tu hijo no diga palabrotas cuando tú las dices, enfadarte con él si no da las gracias o no pide las cosas (como el 87% de los bípedos) con un "por favor", o que salude a las vecinas que nunca le saludarán hasta que no sea adulto, es agotador... Y un pelín hipócrita. Por no hablar de obligarles a estudiar o hacer deberes cuando tú los hacías el último día, a última hora y mirando la tele. Pero estamos en la cultura del "ser buenos padres", así que debemos seguir haciendo como que educamos... por el que dirán, más que nada. En el momento en que tu hijo empieza a usar palabrotas para expresarse, ya puedes dejar de intentar domesticarlo. A partir de aquí ya todo es más fácil porque la presión de ser el mejor padre del mundo desaparece y esa liberación es buena para que tu relación con el niño sea más sana y sincera. Cuando el niño ya tiene 6 o 7 años, ya es un terrorista manipulador. Creo que esto se lo enseñan en el cole porque en casa no lo han visto (esto es ironía. No suelo aclararlo, pero esta vez voy a hacer una excepción por si acaso alguien no lo pilla). Ya son los que mandan en casa. Esto es debido a que toooodo gira en torno a ellos... Y ellos lo saben... Pueden oler tus miedos. Bueno, si te preguntan... tú di que no, pero si calculas las horas que pasáis viendo Bob Esponja, le restas las horas de cine normal, lo multiplicas por el logaritmo neperiano del tiempo que llaman "de calidad" con el niño (para jugar, hablar y esas mierdas), lo divides por las horas que discutes para que coma, se lave los dientes, haga deberes y se vaya a la cama, le vuelves a restar las horas que dejas de practicar sexo por ellos, le multiplicas pi y las 5 fiestas de cumpleaños que tiene el niño, las navidades, el día del pato y Halloween, más las horas invertidas en festivales, buscar regalos para sus amiguitos, para el profe y para el sursum corda... Te da como resultado que tienes un hijo donde deberías tener vida, dinero y sexo. Además, en esa edad, te conviertes en su camello. Él pide, tu consigues. ¿Que la criatura quiere chuches? Pues chuches! ¿Que te has pasado dos horas haciendo lentejas pero el niño quiere macarrones? Pues se hacen macarrones con una sonrisa ¿Qué quiere un unicornio porque uno de su clase lo tiene? Pues tu hijo no va a ser menos. Y así un largo etcétera relleno de actimeles, juguetes que ni tocará, zumos y cromos. Les ponemos de azúcar hasta las trancas cuando deberíamos darles tila y valeriana. De esta forma no valoran nada porque lo tienen todo. Haced el ejercicio de volver al pasado y pensad qué pasaba cuando eras pequeño y algún domingo tus padres compraban "La copa Danone". Había muertes por conseguir una e incluso yo he visto a hermanos o primos vestidos de ninjas deslizarse por la cocina, intentando no ser vistos, con tal de comerse una copa de esas que no le pertenecía. Ahora se caducan en la nevera porque los niños ya están hasta los cojones de "cosas especiales". Pero lo peor es que somos también sus camellos de diversión. No saben divertirse sin un adulto que les lleve, les compre o les organice. Joder... Antes los padres eran esos seres que hacían la comida o te metían 20 horas en un coche para llevarte al pueblo, ¡¡ahora somos sus amigos y no saben divertirse sin nosotros!!! Antes quien tenía una caja tenía un coche y quien tenía una botella de detergente vacía tenía a su alrededor a diez niños jugando al bote bote. Ahora los juegos de play hiperrealistas y caros hacen las funciones de los amigos y de la imaginación. El día que la Play haga felaciones, ya no necesitarán nada más y la humanidad se extinguirá... Lo dijo Nosferatu...no, perdón... he vuelto a aquivocarme... Nostradamus. Lo que sí deberíamos empezar a evitar es usar con ellos palabras como "chicha" (refiriéndose a la carne), "pio pio" (por pájaros), "guau guau" (por perro), etc... Por no hablar de las imbecilidades que se dicen para no decir pene o vulva. Los niños, oyéndonos hablar con ellos, se hacen una idea a muy temprana edad de lo gilipollas que son los adultos, y así es muy fácil dominarnos. Me despido hoy levantando mi copa y brindando por la paternidad, por los infantes y por una buena castración química pagada por la seguridad social. PD: Por si fuera poco tener una adolescente en casa, ahora también tengo un Roger Wilson del que cuidar... Aunque al menos él me hace dibujitos. PD2: Esta reflexión puede contener trazas de realidad. Ningún hijo ha sufrido daño, ni físico ni psicológico, en el transcurso de la investigación porque eso sería educar... Y no somos tan transgresores como para eso.
Comentarios