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El calor y yo

Como ya queda menos para las vacaciones he decidido hablar sobre algo liviano, ligero y trivial, es por eso que hoy voy a hablar de la resección parcial del intestino delgado y de la laparotomía. Fueron los somerios los primeros en abrir las paredes abdominales... ¡¡Uff!! ¡Paso! Aún no he empezado y yo ya me he aburrido y he visto a Patricia Lopez Puebla cortarse las venas a causa de la desidia. Mejor pensado voy a hablar de eso que tanto gusta a Belcebú. Sí amiguitos, hoy voy a hablar del CALOR, eso que a menudo ponemos en femenino (la calor) porque femeninas son las ganas de morir, las ingles empapadas en sudor y las hogueras... Y claro, nuestro cerebro se confunde.

Llega un momento del año en que los seres irracionales piden que llegue ya el calor. Es normal, llevan meses pasando "frío" (después decimos que porqué los noruegos se ríen de nosotros) y quieren algo de sol para poder fumar por fin en las terracitas de los bares. Pues bien, hijos de... del Rock&Roll, ya lo tenemos aquí ¿Contentos?

Lo primero que hay que saber sobre el calor, más que nada porque va a salir en millones de conversaciones, es que en el centro de la península hace más calor que en Cataluña... Pero es más seco. Sabiendo esto ya podéis conversar con quien os de la gana sobre lo que os salga de las narices. Que sea más húmedo el calor es una mierda porque a la sensación de morir achicharrado hay que unir la de morir ahogado en tu propio sudor, lo que es francamente desconcertante.

Durante las olas de calor, lo que antes se llamaba verano, vas con chanclas y notas como se te derriten las uñas de los pies. Nunca aparcas en la sombra y al coger el coche es como si te metieras en la más potente sauna del infierno. Te levantas de la siesta con arritmias y tu cuello parecen las cataratas del Niagará, pero con sudor. En verano, en definitiva, no dormirías en la misma cama que Beyoncé con tal de evitar que se te acerque. Claro, las altas temperaturas van de coña si eres de los bípedos que hacen como que disfrutan en la playa y la piscina, pero si eres racional verás que no hay por donde cogerlo... Como un plato ardiendo de sopa. De hecho, es lo mismo. Tú intentas esconderte del calor, pero siempre te encuentra, salvo que seas Walt Disney ¿Si Juana de arco no pudo resistir la "caloreta" por qué cojones ibas a poder soportarlo tú? Tu cuerpo empieza a segregar ríos de sudor por cada poro. Los sudores de la muerte. Se supone que es un modo de refrigeración corporal que utilizan las glandulas sudoríparas, y piensas... "Bueno, vale, aceptamos barco", pero después ves una nevera, que es otro sistema de refrigeración, que no gotea, que no huele a rayos y que encima está fresquita por dentro, te vienes abajo y estás deseando cruzarte con el caballo de Atila, o un camión, para tirarte a sus pies. Tanto Dios, tanto Dios y resulta que quien tenía que haber fabricado al hombre era el señor Zanussi. Aquí es donde entra el mejor invento del hombre, el aire acondicionado. Te tumbas en tu sofá, con el aire a unos apetecibles 5 grados y tranquilo, que seguro que viene alguien a decirte que estás loco, que eso no debe ser ni medio bueno, que si la garganta nosequé o que si los constipados nosecuantos. Esta gente que odia los aires acondicionados son un cancer, como lo son los que dicen que la sandía o el melón deben comerse a temperatura ambiente. Si queréis disuadirme de morir congelado usad el recibo de la luz, no vuestras mierdas de resfriados... ¡Gentuza, que sois una Gentuza!

Lo peor del verano y del calor son, curiosamente, las noches. Se supone que es cuando más bajas están las temperaturas, pero tú lo llevas fatal. Te duchas con agua fría antes de meterte en la cama para ver si en los 36 segundos que tarda tu cuerpo en calentarse puedes llegar a la fase Rem del sueño... pero no, nunca llegas. Abres la ventana para ver si una brizna de aire logra encontrar la ventana de tu habitación, pero no, nunca la encuentra ¿Sabéis quien sí encuentra esa ventana? Los mosquitos. Millones y millones de ellos, cuya unica consigna es hacerte llegar insomne al desayuno. Para ello utilizan sus armas de seducción. Te susurran durante horas obscenidades al oido, pequeños zumbidos que te taladran el cerebelo y tensan tu cuerpo. Esta es la fase Desembarco de Normandía, no ves de donde te viene el enemigo, simplemente los oyes y tratas de esconderte bajo las sábanas, muy quieto, rezando para que te den por muerto y te dejen en paz. Una mierda ¿verdad? Pues esa es la fase divertida, no os digo más. Después viene la fase II, o lo que los científicos han denominado: fase niña del exorcista. Te subes por las paredes, te rascas, blasfemas, arqueas el cuerpo, te da vueltas la cabeza, tu cama se mueve más que la de Lisa Ann, empiezas a manchar de sangre las sábanas y a darte manotazos mientras aspiras a matar a alguno de los vampiros que te acechan en la noche. Llegamos a la fase III... De alguna manera has coseguido dormir algo. Te despiertas, vas al lavabo, enciendes la luz y lo ves. Ahí está. En ese momento entiendes porque a esta etapa la llaman: fase Hombre elefante (aunque se empieza a usar el termino fase Wonder). Tu rostro, tu bello rostro, ahora es un trozo de carne con bultos. Tus piernas parecen las abdominales de Thor y tus brazos, por las costras, las heridas y la sangre parece que hayan sido mordidos por Cujo. Es en este momento cuando vas al enchufe antimosquitos y lo tiras por el balcón. Si eres como yo, todas estas heridad te las rascarás y les arrancarás la costra. Si eres como mi abuela te pondrás mercromina en cada herida y te pasarás todo el verano con las vecinas pensando que no se te va la varicela.

Mi equipo de investigación y yo opinamos que la única forma de luchar contra el calor es arrancarte la piel a tiras y hacerte con ella un práctico abanico, pero según los expertos hay otras formas de combatir el sopor que da la temperatura incompatible con la vida. Recomiendan beber mucha agua, no salir de casa en las horas centrales del día, evitar comidas copiosas y vestir ropa ligera y transpirable, pero creedme si os digo que solo hayaréis la paz térmica en verano con la muerte, ya sea la tuya o la de tu pareja (si duerme a tu lado y está fresquita, aunque sea por estar muerta, da gustito).

PD: El dibujo es de Roger Wilson. Al pobre lo tengo dibujando a la "fresquita" desde hace semanas. Los plastidecores se le derriten en las manos y lo ponen todo perdido.

PD2: Esta reflexión contiene trazas de realidad. Ningún ser vivo adorable ha sufrido daño alguno en el transcurso de la investigación... Y sí, maté tres mosquitos y lo volvería a hacer aunque ahora tenga que pintar toda la habitación por las manchas de sangre y exoesqueleto de las paredes.


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