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Las fantasías sexuales y yo

Hace meses que quiero hablar sobre un descubrimiento que hice. He logrado averiguar mediante conversiones y fracciones algorítmicas, despejando las variables X, Y y alguna más que me sobraba, que la tierra está en la trayectoria de un meteorito del tamaño de china. Es decir, que vamos a morir todos... Pero nunca me acuerdo de decírselo a los demás. Soy muy despistado. Quizás por eso hoy, en lugar de hablar sobre esto, me he preparado un estudio sobre lo único importante en el planeta hasta la estampación, este domingo al mediodía, del meteorito al que mi becario andaluz ha llamado Vox, haciendo uso de su gracejo (el de los andaluces, no el de Vox). Sí amiguitos, hoy voy a hablar de FANTASÍAS SEXUALES... Y que le den al pedrolo.

Antes de nada os diré que es pura casualidad que el número de esta reflexión sea el 69, así que no me seáis críos.

Tras los éxitos cosechados con mis tesis sobre la masturbación y el porno, creo que es el momento de hablar de lo único que los supera en las predilecciones mentales de los bípedos. El sexo da gustito, esto es así, es por ello que todo ser racional lo quiere hacer, unos con más suerte que otros. Lo malo es que el universo no para de poner trabas al placer desenfrenado... Y Mercadona tampoco ayuda prohibiendo, y cito textualmente, actos vandálicos y de escándalo público en la sección de frutas y verduras.

Mi equipo de investigación y yo hemos desgranado algunas de las mayores fantasías sexuales para el disfrute de los reflexioners:

Sex&food: sexo y comida. Esto es una guarrada. En las pelis mola mucho, pero claro, en las películas también mola caerse desde una cascada de más de 50 metros aunque en la vida real fuese muerte segura. Helado, nata, el suquillo del almibar... Todo hace efecto Loctite en las pieles humanas cuando se seca. Además, para jugar a médicos que cocinan, debes hacerlo en un sitio que no sea la cama porque asumámoslo, que la cama se llene de migas, chocolate o leche condensada es una mierda. Yo no suelo practicarlo, pues a mí me gusta como sabe mi pareja, no necesito condimentos, igual que no necesito poner kétchup a las lentejas, pues ya me gusta su sabor. Si estás a dieta, suele apetecerte más este tipo de prácticas sexuales y más si es con cosas que engordan como la Nutella o las barras de pan (una larga historia que como soy un caballero no voy a contar). Nadie folló nunca con brócoli o acelgas, no puede ser casualidad.

Grabar videos: en la época de Instagram lo de hacer fotos y vídeos, poniendo morritos y posturas sexis se lleva mucho, pero eso no es sexo. Tampoco es meramente sexual aunque sí erótico-festivo si te hicieras un selfie al lado de un pene o una vagina y pusieras "Aquí, sufriendo". Hacer vídeos es muy excitante, la verdad... Hasta que ves en tu VHS el resultado y parece más un combate de sumo que una peli porno amateur. Sí, la cámara engorda 5 kilos, o eso dicen, pero las lamparas, los genitales y las mesitas se ven igual de grandes que en la vida real... Algo falla. Aún así, no desistas, puedes petarlo en internet con tutoriales sobre el sexo humano curvy.

Sexo higiénico: bañeras, duchas, jacuzzis... Esto está muy bien, es una manera de aprovechar bien el tiempo. Se inventó hace años en la cárceles, donde no paraban de caérseles en jabón en las duchas, pero ahora se ha perfeccionado con el gel, las sales de baño y las burbujitas. Si lo haces en la bañera quita el tapón cuando ya hayas salido o puede hacerte ventosa en el culo o genitales. Si estás mucho tiempo dentro del agua se te arruga todo el cuerpo y eso, a la hora de la penetración fálica o dactilar, da gustito (como los condones con estrías), esto es así, me lo ha dicho un amigo.

Sexo rítmico o deportivo: la gimnasia sexual de toda la vida, más conocida como posturitas de kamasutra o de cine Porno. Si no eres flexible, o si tu pareja no es Nadia Comaneci, mejor tiráis de misionero la noche de los sábados. Los hombres, debéis tratar de no hacer ejercicios de fuerza aguantándolas a ellas en lo alto o empotrándolas contra la pared porque las actrices porno deben pesar como mucho 30 kilos (20 de persona + 10 de silicona) y las humanas reales pesan más y son más rígidas porque se empeñan en tener huesos y cartílagos. Lo peor de practicar esta fantasía es que si te haces daño haciendo, por ejemplo, la postura 46 del kamasutra y te rompes la túnica albugínea (a muchos les ha pasado)... A ver cómo se lo explicas al médico.

Poliamor: tríos y orgías. LA FANTASÍA. Yo de joven fantaseaba con tríos con Maribel Verdú y Neus Asensi... Y ahora mis orgías a tres bandas son de huevos fritos, pan y yo. Un solo hombre es incapaz de dar placer sexual más de minuto y medio a dos mujeres a la vez. Es imposible... ¡ojo! No lo digo por mí, que soy un Dios del sexo (no hay más que verme), hablo en nombre de la raza masculina en general. En las orgías, pasa un poco lo mismo que en un bufé libre. Al principio te vuelves loco cuando ves todo lo que puedes comer, pero a la hora y media no te cave ni el postre. Substituid postre por pene o vulva, según gustéis, y eso es una orgía. Además... ¿Cuales son las normas? ¿alguien puede negarse a hacerlo conmigo? ¿el primero que se corra es descalificado? ¿reparten toallitas al empezar? ¿se pueden hacer fotos para el Instagram?... Demasiadas preguntas... Para cuando me las hayan contestado ya llevo tres cigarrillos. También está lo de los intercambios de pareja, lo de hacerlo con alguien y que tu marido o esposa mire, etc... En fin, tienes que ser muy guapo, follar muy bien y estar muy seguro de ti mismo para hacerlo con un mínimo de dignidad sin estar preguntándote constantemente si esas caras de orgasmo absoluto de tu cónyuge son las de siempre o mejores.

Sitios públicos: hacer el amor en lugares públicos, con el temor de ser visto, mola. La adrenalina, no como la sangre, llega a tu cerebro y el placer es extraordinario. Lo malo de hacerlo en un cambiador o en el tren es si empiezas a emparanoiarte en qué o quién habrá estado allí, donde ahora está tu culo. Nunca pases luces azules de esas o morirás de asco, y si mueres es difícil follar (otro día hablaremos de esto, porque hay trucos... También me lo ha dicho un amigo). Mis recomendaciones son: en lo alto del Empire State, en la piscina de bolas de un Chiqui Park, en el Dragon khan, en una comisaría y, por supuesto, en Mercadona.

PD: Ya me he encontrado a varias fans que me han dicho que, antes de hacerlo conmigo, lo harían con mi avatar, creado por Roger Wilson. Es ciertamente desconcertante.

PD2: Esta reflexión puede contener trazas de realidad. Pese a que en esta investigación hice el amor con dos bellas señoritas, en un jacuzzi puesto en la calle, mientras comíamos magdalenas y nos gravaban en vídeo, no he resultado herido... Bueno, en el orgullo un poco sí.


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