El postureo y yo
- jramonvera
- 1 mar 2018
- 5 Min. de lectura
¿Eres el típico runner flexivegetariano con personal trainer, supinador, que hace back office tras un brainstorming en el work, que va de scorts cuando hace un break, que tiene un blog donde venera todo lo vintage? Y por si fuera poco ¿toda esa mierda la fotografías y después de pasarle 3 filtros la cuelga el Instagram pensando que es influencer? ¿sí? Vale...voy a hacer un esfuerzo titánico para no llamarte gilipollas ni abofetearte pero mi respeto lo has perdido para siempre.
El postureo es, como todos sabemos, esa actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción. Si vistes en directo lo de la empanadilla de Mostoles y no pillas este concepto moderno, te lo resumo traduciéndolo al "hacerse el chuleta" de los años 80. Un vendedor de humo. El típico que está 12 minutos tocando los culos de un melón haciendo como que sabe, para después coger uno al azar. El típico que llama muffin a las magdalenas. Si...ese tío...todos conocemos a alguien así. Un cuñao con instagram.
Mi equipo de investigación y yo hemos querido meternos en la piel de estos profesionales del timo y el postureo y hemos acompañado 24h a uno de estos seres, al que a partir de ahora pixelaremos su cara, modificaremos su voz y llamaremos Juan. Para que sea humanamente soportable este reportaje hemos omitido sus anglicismos. De nada.
Juan se levanta a las 04:33 de la madrugada. Hace una foto al despertador y la cuelga en Instagram con la frase "poniendo las calles" (123 likes). Se vuelve a dormir hasta las 10:00. Deprisa y corriendo prepara un plato con fresas, kiwis, una torrada integral con queso fresco y un bol de cereales con leche de soja. Le hace una foto para el instagram con la frase "la mejor manera de empezar el día" (452 likes. La soja da likes, eso es así). Pasa del plato, ya lo recogerá su madre. En cambio se pilla unos churros para comer por el camino.
Llega a la estación de tren, está abarrotado de gente y llega tarde al curro, pero no pasa nada, busca unas vistas de Barcelona en google y las cuelga al Instagram sobre el lema "Da gusto salir al balcón y ver como se despierta mi ciudad" (334 likes). Barcelona lleva despierta 6 horas, Juan. Seguimos. Juan se para en una tienda de la estación de Sants a chafardear gratis el Marca. Fotaca de él en el Gimnasio, marcando biceps. A pie de foto "Eliminando las toxinas antes de empezar a trabajar" (387 likes) . Mientras lo cuelga en las redes llega al metro. En realidad Juan hace meses que no va al Gym (Como él lo llama), se apuntó el septiembre pasado, pagó la matrícula y fue 3 días pero hizo tantas fotos esos días con tantos modelitos diferentes, que tiene para el Insta de todo el año, que a fin de cuentas es lo que vale.
Juan llega al trabajo. Selfie muy de cerca para que no se vea nada alrededor y un pie de foto donde pone "¿Qué harían sin mí en mi empresa?" (115 likes. Mala frase). Pues mira Juan, tu empresa sin tí contrataría a otro matao para reponer cubos de pintura en una gran superficie de bricolaje por 500 euros al mes...pero no se lo decimos por respeto. Hora de comer, aunque por su instagram pudiera parecer que ha ido a un buen restaurante a comer 2 platos, debidamente fotografiados, y un postre del copón (421 likes), la realidad escupe un tupper frío de macarrones.
Por la tarde: momento para el ocio. Juan se va con sus amigos... con su único amigo... Bueno, en realidad se pasa la tarde delante del ordenador, cosa que le da para dos pajas en el pornotube, pero si miras su cuenta verás una foto de él, posando junto a 3 chicos con la frase "la amistad es un regalo que te das a ti mismo" (287 likes). Los 3 chicos son unos frikis, como él, que conoció en la cola de un concierto de Lady Gaga. Nunca más se han vuelto a ver. Después Juan le dedica un rato a nuestro equipo de investigación para que podamos conocerle mejor. Le gusta el cine. La última película que fue a ver fue "Los Vengadores II" y no le desagradó aunque asegura que era mejor el libro. Le gusta la música y su cantante favorito era, y cito textualmente, Camilo Sexto antes de que se vendiera a las discográficas. Decía que había ido a la mejor universidad de todas, la de la vida. Y por supuesto, quiere ser Youtuber, lo que antaño se conocía como un gilipollas pretencioso y exhibicionista y que ahora se llama gilipoller.
Por la noche es hora de ver a su novia. Nos la presenta como Rebeca, una chica joven, guapa, con pelazo y estudios universitarios que se paga con lo que Juan le da para aparentar que es su novia. Sesión de risas, fotos, algún besito, miradas cómplices, 30 euritos y una frase que hará llorar a los que aún creen en el amor "Eres la única adicción que me permito tener" (768 likes. Precioso. Juan es un poeta). Al acabar, un insípido apretón de manos y cada uno por su lado.
Nuestro experto en postureo ha dicho en las redes (y a su madre) que se va de marcha toda la noche, pero ya no le quedan más amigos postizos ni más dinero para eso. Juan no puede volver a casa, si lo hiciese podrían descubrir sus followers lo patético de sus viernes noche. Así que nos vamos a una parada de autobuses a pasar la velada, con unas cervezas que le compramos a un paquistaní y pasando un frío del copón. Aún así nos convence para hacernos unas fotos haciendo ver lo bien que lo estamos pasando. Ahora estoy etiquetado en una foto en instagram con la frase "la cerveza es la prueba de que Dios quiere que seamos felices" (1044 likes). A tomar por culo 40 años de abstinencia social. A ojos de todo el mundo ya soy casi alcohólico.
A las seis de la mañana y ya muy hasta la polla de Juan, con los dedos de los pies congelados y 400 seguidores más en instagram por mi foto con la cerveza, nos dirigimos a la playa. ¿Qué gran fiesta no acaba en la playa? Desde luego todas las que "va" Juan acaban así, pese a que hace un frío atroz. Vamos con él bajo la promesa de que nos invitará después a desayunar. Fotito a los pies con el mar de fondo, un clásico "Aquí, sufriendo" (3491 likes) y cuando nos vamos a ir a por un café con leche y un bocadillo de bacon, nos dice que no tiene dinero suficiente para invitarnos. Pelayo, nuestro cámara le rompe una pierna golpeándosela con la propia cabeza de Juan, escena que se me antoja poesía pura. Un escupitajo con gargajo de Pelayo le dice adiós por nosotros y nos vamos.
Al día siguiente Juan cualga una foto de él y su escayola sobre la frase "esquiar no esquiamos mucho, pero reirnos..." (1449 likes)
Aún hoy, 3 semanas después, me paran niñatos preguntándome dónde es el próximo botellón.
PD1: Ninguna vida es tan bonita ni intensa como queréis hacer ver.
PD2: Estas reflexiones pueden contener trazas de realidad. Ningún amante del postureo sufrió daño durante la investigación...bueno, quizás uno sí, pero menos de lo que merecía.

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