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Las familias numerosas y yo

  • Foto del escritor: jramonvera
    jramonvera
  • 13 jul 2018
  • 4 Min. de lectura

Hoy quiero compartir con vosotros el presente del verbo ser en latin: sum, es, est, sumus, estis, sun... ¡Por fin! Llevo 25 años con esta información en la cabeza y ya pensaba que no le daría salida nunca. Me quito un peso de encima, la verdad. Ahora ya puedo hablar, más tranquilamente, de esa horda de orcos que dejaría a los caminantes nocturnos, los uruk-hay del Señor de los anillos y los zombis de The walking Dead en un grupito de princesas Disney. Sí amiguitos, hoy voy a hablaros de LAS FAMILIAS NUMEROSAS, la versión gore y real de Padres Forzosos. Soy una voz autorizada en el tema. Tengo 3 hermanxs con pareja, un padre con pareja, una madre con pareja, 6 sobrinxs, 3 cuñadxs con pareja, 8 tixs emparejados, 21 primxs carnales con pareja e hijxs, más las familias de las parejas de mis progenitores y el resto de familia política... Es un milagro que consiga memorizar tantos nombres (y no cuento que casi todos tienen perro). A la que pude elegir, elegí una sola mujer y una sola hija ¿Por qué? Por instinto de supervivencia y por poder estar de vez en cuando solo en el baño. Fueron los etruscos los primeros en pensar que ver comer a 35 personas en la misma mesa era algo bonito. Obviamente se extinguieron. Dale a esos 35 una caja de surtido Cuetara y se acabarán matando entre ellos. Esto es así. Ser familia numerosa es genial si no quieres intimidad, si te gusta heredar ropa o si no te gusta escuchar la tele. También es maravilloso cuando tu abuela entra en esa fase de decir el nombre de todo el mundo antes de llegar al tuyo. Cada vez que la mía me llamaba enumeraba a tidos mis primos primero y pasaban dos ciclos lunares antes de que yo pudiera saber que se dirigía a mí. Sería muy fácil comparar una familia numerosa con una manada de ñus pero voy a tratar de ser más minucioso en mi estudio. Aun no sabiendo contar te será fácil distinguirla de una familia normal, igualmente mi equipo de investigación y yo hemos preparado un riguroso estudio para que aprendas a distinguirlas: ~Sus miembros hablan a gritos y la comunicación no verbal no existe. Hay que elevar la voz por encima de los niños y eso, a veces, es muy duro. Tus vecinos os odiarán. ~Nunca hay agua fría en la nevera. No he podido averiguar el motivo exacto, y es desconcertante porque la cerveza sí suele estar fresquita. ~Siempre están comiendo. No es solo que cada dos días sea el cumpleaños de alguien, que también, es que se tiene que comer por turnos: primero comen los niños y los abuelos (los que molestan) y después los adultos. Otro tema es el de las sillas. Ninguna casa tiene 30 sillas y en las que haya se sientan los niños y adolescentes. Lo importante en estas reuniones familiares es empezar a comer temprano y acabar al anochecer o empalmar con la cena, sacando comida de donde sea. Punto 2, sección comida: Hay dos tipos de familia numerosa. Los que acaban de comer y sus miembros se disgregan por toda la casa buscando la ansiada siesta, como si los enanitos de Blancanieves se tratasen (la mía), y los que hacen la sobremesa hasta la cena (la de mi mujer). Recordad que ambas opciones son válidas. ~Si quieres comprar helados a los niños (y a los cuñados gordos y calvos) tienes que pedir una ampliación de la hipoteca. ~En algún sitio de la casa tienen escondido un pequeño altar donde venerar a los señores que inventaron las literas, la marca blanca de Decathlon, los platos de plástico, el sillín de bici regulable y el bote grande de colacao. También suelen esconder en ese altar un papel con todos los nombres de la familia para poder estudiarlos y memorizarlos. ~El grupo de whatsapp de la familia tiene un movimiento parecido al de un grupo de padres del cole decidiendo qué regalar a la profesora, pero con buen rollo... salvo que se hable de política o fútbol. ~Allá donde vayas tienes algún familiar al que visitar. ~Poder quedar todos es una quimera. Cuadrar 62 agendas es harto complicado y, además, el Palau Sant Jordi no siempre está disponible (ni intentéis quedar en un sitio más pequeño y menos si tienes claustrofobia) ~No todas las familias numerosas son del Opus. También las hay que son así por vicio, gente a la que le gustan las casas llenas y el ruido. ~También hay cosas buenas en eso de tener en una casa a todos los extras de la película "300". Va superbien si vendes libros o si necesitas un transplante de riñón, porque alguno compatible habrá. Conclusión: no podrás cagar solo en el baño ni invitar a tus 421 mejores primos a unas cañas, pero la verdad es que no solo te acabas acostumbrando sino que mola un huevo. PD: Esta reflexión puede contener trazas de realidad. Ningún ser de esos que se pasan una hora encuadrando a toda su tropa para un selfie familiar, ha sufrido daño físico alguno. ¿Daños morales? No hemos querido preguntar por si acaso.

 
 
 

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