Los gemelos y yo
- jramonvera
- 4 ago 2018
- 5 Min. de lectura
Buenos viernes. Hoy hace 194 años que nació Alejandro Dumas. Sobre eso quería hablaros, sobre el número 194... El gran olvidado. Todo lo envuelve a estos tres dígitos está rodeado de magia y misticismo. Me explico pese a que todo cae por su propio peso: el día 194 del año es 13 de julio, fecha de inicio de los primeros Mundiales de futbol, en 1930. Si sumamos todos los dígitos de ese año (1+9+3+0) nos da 13. Si a 13 le quitamos el número de los magníficos (7), nos da 6, que al revés es un 9, cuya raiz cuadrada es 3 y tres es un número primo. Y, señoras y señores, tener primos es lo mejor del mundo. E aquí la grandeza del 194. Pero no quiero aburriros con cosas sobre escritores franceses, así que hoy os voy a hablar sobre esa tara que le sale a la humanidad de vez en cuando. Sí amiguitos, hoy voy a hablaros de LOS GEMELOS, esos seres que en EEUU visten igual y hablan a la vez porque recordemos que en los Estados Unidos son gilipollas.
Fue en Damasco, hace como mil millones de años, cuando tuvo lugar el primer parto múltiple de la historia. Fueron dos niñas preciosas e idénticas. Como no existía santoral alguno decidieron ponerles 2 nombres muy de moda en aquella época: Gema y Eloisa. Juntas formaban el nombre (Gem-Elo) que dió etimología a la palabra.
Empiezo: "Hola, mi mombre es Jose Ramón y tengo un hermano gemelo".
Sí, "asín" es, tengo un hermano idéntico a mí pese a que pesa 20 kilos menos. Sé lo que estás pensando, si yo estoy estupendo y él pesa 20 kilos menos es que debe estar anoréxico... Pero ese es otro tema en el que no quiero entrar. Como estamos en época estival he decidido dar descanso a mi equipo de investigación y, como soy una prueba empírica con patas en este tema, me he estudiado a mí mismo, poniéndome electrodos y toda esa mierda en pos de la ciencia.
Lo primero que hay saber sobre los gemelos es que no llevamos muy bien las bromas ni los estereotipos. Si le dan una patada a mi hermano, no me duele a mí. Jamás se nos ha pasado por la cabeza cambiarnos de clase para hacerle una "broma" al profesor. No puedo leer la mente de mi hermano igual que no puedo hacerlo con tu padre y, sobretodo, no visto igual que mi hermano porque sería patético y síntoma de poca personalidad, por no hablar de que todo el mundo nos miraría. A quien se le haya caído un mito con los gemelos, ya puede dejar de leer.
Llega un momento en la vida en todo ser univitelino en que la gente se fija más en ti por tu parecido con tu hermano que por ser, como en mi caso, un Dios del basket. Los más maduros, al ver esa semejanza, te llaman "repetío" o hacen ese chiste supergracioso de que ven doble. Los más inmaduros, adultos en su mayoría, te hacen poner al lado de tu gemelo para ver quien es más alto, o te avasallan a preguntas del tipo ¿quien saca mejores notas? ¿quien liga más? ¿quien corre más? Pues mire usted, señor, soy igual de alto que mi hermano, es lo que tiene ser genéticamente idénticos. En cuanto a lo demás sobra decir que era yo quien sacaba mejores notas, quien corría y ligaba más, es lo que tiene ser genéticamente superior al resto, incluyendo al que es genéticamente idéntico. Un lio. Lo que la gente no se da cuenta es que esas preguntas acaban convirtiéndote en un ser competitivo desde pequeño y después se echan las manos a la cabeza cuando le metes tres sets a cero a tu hija al ping pong y te abroncan si celebras cada tanto como si fuera una final olímpica... Que tiene solo tres años dice su madre.
Con los gemelos se inician todas las conversaciones con gente conocida de la misma manera. Te preguntan "oye ¿Tú tienes un hermano gemelo igual que tú? Es que ayer vi a uno que se parecía mucho a ti y le saludé, pero como no me contestó..." Si me dieran un euro por cada vez que alguien me ha preguntado eso tendría dinero suficiente como para crear una máquina para viajar en el tiempo y así evitar el preciso momento en que el óvulo de mi madre, fecundado por mi padre, se dividió en dos, creando un agujero en el continuo espacio tiempo donde, a lo mejor, no te preguntan constantemente "¿tú eres el Ángel (mi hermano) o el otro (yo)?"
También es muy corriente que te digan que tener un ente idéntico a ti debe ser genial o que les encantaría tener un gemelo. (...) Solo hay 3 razones por lo que es mejor haber convivido 9 meses con otro ser en una bolsa pringosa de tamaño pequeño. La primera es porque puedes pelearte de igual a igual sin ese temor a hacer daño a un hermano pequeño o que te lo haga un hermano mayor. La segunda es que puedes recibir sangre y médula osea en una emergencia hospitalaria. La tercera es que si eres un asesino y encuentran ADN tuyo siempre tendrá el jurado una duda razonable sobre la autoría del mismo, cosa muy útil en todos los casos excepto que mates a tu gemelo en una de esas peleas tan igualadas.
Pero no todo son leyendas urbanas y mentiras en el mundo de los gemelos. Es verdad que acabas sabiendo muchas veces lo que piensa tu idéntico hermano. Pensad que desde la más tierna infancia, cuando apenas levantas 1mm del suelo, cuando solo eres un cigotito, hasta los 20 años que te echas novia, estás a todas horas con él. Os educan igual, veis lo mismo en la tele (al menos antes, cuando solo había una tele y cero móviles) y vais al mismo cole ¿cómo cojones se supone que vais a pensar diferente? No se trata de telepatía, telequinesis ni pollas de esas. Simplemente es convivencia a lo bestia. Otra verdad absoluta es que si ves a las gemelas del Resplandor por la calle, vestidas igual y con ese flequillo aterrador, mueres. Eso es así. Un ataque de miocardio fulminante. También es cierto que el rey del rock... Bueno, el rey del rock americano, Elvis (el verdadero monarca es Miguel Rios), tuvo un hermano gemelo que murió al poco de nacer. Si hubiera sobrevivido, el gran Elvis Presley sería un híbrido entre los gemeliers y las hermanas Olsen, pero con pelazo, imposibilitando así una carrera musical digna.
Pero de todas las cosas de gemelos, la que peor llevo es la de dar explicaciones acerca de la diferencia entre gemelo y mellizo. Vamos a ver... Es verdad que en catalán, por ejemplo, se usa la misma palabra. Pero en castellano no. Son cosas diferentes a pesar de que en ambos casos, los perjudicados compartan cumpleaños y se pasen la vida respondiendo "nosotros somos gemelos" o "nosotros somos mellizos" a la pregunta ¿Pero vosotros sois de los que se parecen o de los otros? Es muy fácil, ya veréis. ¿Que uno es chico y otro chica? Mellizos. ¿Que uno es alto y otro bajo? Mellizo ¿Que tienes dudas de quien es quien? Gemelo ¿Que uno es un conocido escritor y el otro un vulgar profesor? Gemelo.
Yo soy gemelo, no mellizo...por si no lo has pillado.
PD: Esta reflexión puede contener trazas de realidad. Ningún gemelo sufrió daño en el transcurso de esta investigación... Juro que el gemelo de Elvis ya estaba muerto cuando escribí esto.

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