top of page
Buscar

Los terrores infantiles y yo

  • Foto del escritor: jramonvera
    jramonvera
  • 16 may 2019
  • 4 Min. de lectura

Hoy me gustaría hacer justicia a una batalla que pasó desapercibida en su momento, la de Artemisio. Nadie la conoce, nadie la recuerda... ¿Por qué? Porque no han hecho una peli de macizorros luchando sudorosos como sucedió, al mismo tiempo, en las Termópilas ¿Cual fue su pecado? Hacer la guerra en el mar, donde las abdominales y los bíceps son menos recordados. Termópilas significa Puertas calientes, y los que hayan visto "300" sabrán por qué. Bueno... Al final el speech me ha quedado muy corto y aprovecho para hablar sobre otro tema menos injusto pero más socorrido. Sí amiguitos, hoy voy a hablar sobre los TERRORES INFANTILES, esos temores que apellidamos "infantiles" porque creemos que así no pueden afectarnos de mayores, y esto, como la mayoría de cosas humanas, es una gilipollez. Mi equipo de investigación y yo hemos querido arrojar luz donde solo hay sombras y monstruos, aunque no siempre lo hemos conseguido. He de decir que no vamos a hablar de los peores miedos porque no sabemos si algún niño (recordemos que facebook nunca duerme ni tiene horario infantil) estará leyendo esto y no queremos asustarlo de por vida, así que no hablaremos de esas madres sádicas que dejan a su hijo en la cola del súper, cuando están a punto de pagar, para irse a buscar algo que se han olvidado. Tampoco hablaremos de otra cosa que dio mucho miedo a los de mi generación, el momento en que se acabó Fama en la tele y la sustituyeron con "La cámara de comercio de Wild Side". Algún día esas madres y esos programadores televisivos pagarán por ello. Bien, a pesar del sudor frío que recorre mi mente en estos momentos, debo seguir. Soy un profesional. En fin, quizás uno de los mayores miedos infantiles es el de pensar que debajo de tu cama hay monstruos. Bueno, quizás debáis saber que sí que los hay... Y no me estoy refiriendo a los ácaros. Es imposible que no los haya. Tantos millones de personas incapaces de dormir con una extremidad colgando de la cama, por miedo a que algo salido de debajo se la arranque, no pueden estar equivocados. Aplicando la ciencia, o el comportamiento racional, deduciremos que efectivamente es imposible demostrar que no hay seres malignos porque para demostrarlo tendríamos que asomarnos y eso, amigos, no va a pasar. Somos científicos, no gilipollas. Lo más curioso es que al levantarte por la mañana no te preocupa que te agarren los monstruos de los pies, pero eso es porque el mal duerme cuando sale el sol... O porque si te despiertas para ir a trabajar no te parece tan mala idea que te coma un orco. Algo parecido pasa con los armarios, de donde pueden salir monstruos... Y no me refiero a que se declaren abiertamente homosexuales... Que si me van a engullir en tres bocados me da igual la inclinación sexual de la criatura, la verdad . A día de hoy nadie en su sano juicio dormiría con el armario abierto, aunque solo sea por si te levantas a media noche no darte de bruces con la puerta. Lo malo viene si tienes, como en mi caso, puertas correderas. Hay que cerrarlas, esto es así. Cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo, que traducido al comportamiento de las criaturas del fondo del armario, significa que si no pueden salir para devorarte por tener la puerta cerrada se pasarán la noche estrechándote la ropa para que te veas gordo por la mañana. Un consejo: si ese monstruo no es capaz de empujar una puerta o correrla, quizás no debáis preocuparos en exceso. En ambos casos hay un remedio para no acabar como pienso para bichos, y es arroparte hasta la nariz sin sacar ni un trozo de carne de las sábanas por muy agosto que sea. Las sabanas, sobretodo las de felpa con bolitas, son indestructibles. A malas, y solo si eres John McKlein o Miguel de la Cuadra Salcedo, puedes sacar los dos antebrazos, a modo de un tyrannosaurus Rex, por si te llegara la muerte poder taparte los ojos, cosa súper útil. Si duermes acompañado puedes pegarte a la otra persona y rezar para que se coman antes al otro y tener unos segundos para salir corriendo. Otro ser que causa pavor entre los niños es Jesucristo. Cuando yo era crío no soportaba dormir en la habitación de mi abuela porque... ¡Tenía a un tío crucificado! Para ponerlo en contexto, pensad que en vuestra habitación hay una persona muerta a la que han apedreado o alguien sin cabeza al que han guillotinado. Por muy bueno que presuntamente sea JC, eso da miedo. Además tengo la teoría de que la sangre que va goteando del cuerpo de Jesús, vuelve locos a los monstruos de debajo de la cama. Despierta su hambre. Si en lugar de una figurita es un cuadro de esos holográficos en los que parece que te esté mirando, esté donde estés, ya puedes salir corriendo. Muerte segura. Otro miedo recurrente es el que entra después de ver Tiburón por primera vez. Te pasas un verano sin meterte en el agua porque piensas... No, mejor dicho... sabes, que un tiburón va a comerte. Los escualos son muy malotes pero no suelen ir a las playas porque ir a la playa es una mierda y son mucho más inteligentes que los humanos, así que no sufráis. Hay otros seres peligrosos como medusas, niños, cangrejos y gente joven con Maluma a todo trapo, de los que preocuparte más que de los tiburones. La oscuridad es otro clásico. Da mucho miedo, sobretodo porque en penumbras no ves donde están las patas de los armarios, aunque los dedos de los pies si parezcan saberlo. Si no ves nada no puedes saber de donde te vienen los monstruos, aunque a ellos, en teoría, también le debería costar más encontrarte. Pensad que ellos también tienen pavor a darse en el dedo meñique del pie y estando a oscuras tampoco saldrán en busca de tus entrañas, bazo y corazón. Ojalá los monstruos hicieran como los humanos y se pasaran todos al veganismo. Así los niños podrían dormir por las noches, llegando al día menos irritables y abofeteables, pero en eso, ellos también van por delante nuestro. PD: Quien es un monstruo con los lápices de colores es Roger Wilson, es por ello que no dejaría nunca que se metiese debajo de mi cama. PD2: Esta reflexión puede contener trazas de realidad. Ningún Jesucristo fue crucificado durante el transcurso de la investigación.


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

コメント


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

¡SÍGUEME! 

  • Facebook Classic
  • Twitter Classic

© 2016 Jose Ramón Vera

bottom of page